miércoles, 9 de enero de 2008

Productores batieron récord de venta el año pasado

Inversionistas descorchan la botella para celebrar escasez de champaña

En 2007 se comercializaron 400 millones de unidades y la creciente demanda hizo subir las acciones

Cuando los celebrantes del año nuevo descorcharon una botella de 1.150 dólares de una edición limitada de la champaña Krug Clos du Mesnil de 1996 para festejar el arribo de 2008, los inversionistas celebraron con ellos.

Una escasez en ciernes del vino francés espumante, alentada por límites en la producción de uvas y la creciente demanda en Estados Unidos, Japón y el Reino Unido, hará subir las acciones de los productores de champaña. Moet Hennessy Louis Vuitton, el mayor fabricante mundial de champaña, avanzará 21% en los próximos 10 meses, de acuerdo con los cálculos medianos de 9 analistas encuestados.

También es posible que suban los productores menores, como Boizel Chanoine Champagne SA, que los analistas creen puede incrementarse 14%, y Vranken Pommery-Monopole SA, que puede elevarse 15%.

"Si el furor de la champaña continúa al ritmo actual, los vinicultores no podrán satisfacer la demanda y se dispararán los precios", dijo Laetitia Delaye, analista de Landsbanki Kepler en París, quien ha estado siguiendo compañías francesas de bebidas por tres años. "Ello sólo puede ser bueno para las acciones".

Las ventas de champaña en total subirán hasta 5% en 2008, señaló Arnaud Guerin, analista de la casa de corretaje Portzamparc en Nantes, Francia.

Sin embargo, calificó su cálculo de "conservador" y aconsejó a los inversionistas que compren Boizel, Laurent Perrier SA y Remy Cointreau SA. Los precios pueden subir "mucho más" después de 2010, manifestó Guerin, para quien el sector experimenta una "transformación radical".

Consolidación.
El valor de las ventas de champaña casi se ha duplicado desde 1988 en tanto la cantidad de botellas ha subido sólo 23%. La demanda superará la oferta para 2010, según se cultivan las últimas parcelas disponibles en los viñedos rígidamente controlados de Champagne, dijo Delaye. En ese momento, no habrá más acopios del vino de un añejamiento superior a 3,3 años, el umbral para la champaña de calidad.

El vino espumante puede producirse tan solo en la región de Champagne, de 34.000 hectáreas (84.000 acres), según reglas definidas estrictamente que incluyen no producir más de 15.000 kilos de uvas por hectárea. Los límites están concebidos para evitar una reducción de la calidad o el precio del vino, de acuerdo con el Comite Interprofessionnel du vin de Champaña (CIVC), un grupo del sector con sede en Epernay, Francia.

La escasez de champaña llevará a la consolidación en el sector de 2.030 millones de euros (3.380 millones de dólares), mientras los productores mayores capturen marcas más baratas para aumentar el volumen, expresó el máximo responsable ejecutivo de Remy Cointreau, Jean-Marie Laborde.

La debilidad del dólar estadounidense y del yen japonés contra el euro no ha disuadido a los consumidores, explicó Yves Dumont, máximo responsable ejecutivo de Laurent Perrier SA, el cuarto productor más grande de champaña. Las ventas japonesas de la compañía tuvieron un alza de 40% en 2007, al comprar los consumidores botellas de Grand Siecle 1998 a 70.000 yenes, 620 dólares, aun cuando la moneda japonesa descendió contra el euro.

Comercialización.
Los productores de champaña ya saben que en 2007 batirán con creces su récord de venta, que data de 1999, y ante el éxito del producto planean ampliar la zona de producción sin que la calidad se vea afectada.

El incremento de las ventas en mercados emergentes, como el chino o el ruso, permite a los productores del conocido espumoso francés presumir que este año superarán la cifra de 327 millones de botellas que vendieron hace ocho, de acuerdo con los datos del Comité Interprofesional del Vino de Champaña.

En la temporada navideña, la demanda que recibieron las bodegas superaba en octubre pasado los 339 millones de botellas calculadas para el conjunto del año, por lo que los profesionales del sector se han planteado vender cerca de 400 millones de botellas, una cifra que comenzaría a poner en entredicho los actuales límites de producción de la champaña.

Publicada en: EL NACIONAL - Viernes 04 de Enero de 2008 / Nota suministrada por Iwanoska Elbittar

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