miércoles, 5 de diciembre de 2007

A la búsqueda del placer

María Isabel Mijares señala que no existen reglas al combinar vino y comida

María Isabel Mijares a su entrada al foro del periódico junto a Carmen Ferreras

María Isabel Mijares y García Pelayo recibió un caluroso recibimiento de quienes acudieron anoche al salón de actos de Caja Duero sabiendo que estaban a punto de escuchar a una de las personalidades más destacadas del mundo y la gastronomía, no sólo en España sino a nivel mundial. Licenciada en Ciencias Químicas, estudió Enología en el Instituto de esa especialidad en Burdeos y trabajó con el reconocido enólogo Emil Peynaud. El ser mujer no fue un impedimento para destacar en un mundo dominado por los hombres y se convirtió en ejemplo para muchas mujeres que hoy siguen sus pasos. Es presidenta de "Alimentaria" y de la Academia Española de la Gastronomía. En el foro del periódico disertó sobre la importancia de encontrar "La armonía en la buena mesa".

ANA MARÍA CAVERO.
La enóloga María Isabel Mijares es hoy por hoy una de las voces más autorizadas en lo que al mundo del vino se refiere y por ello su participación anoche en el foro cultural del periódico fue, más que una charla, una suerte de clase magistral.
Con los asistentes habló de dos de sus más grandes pasiones, el vino y la gastronomía, afirmando que en un mundo tan estresado como en el que vivimos lo que se necesita es ir al mundo del placer, dejando en todos un muy buen sabor de boca. «Por mi carácter soy anti normas, siempre lo he sido», señaló al empezar dejando en bien claro que no hay nada escrito al momento de maridar un vino con determinada comida.
«Mi abuela, que era una cocinera estupenda, cuando llegaba el momento de servir el vino me decía siempre: "elígeme un vino que no me oculte el valor del plato". Eso se me ha quedado grabado», contó la experta al explicar los fundamentos que deben de tenerse en cuenta al buscar un buen entendimiento entre lo que se come y el vino que lo acompaña. «En mi caso, como enóloga que soy, personalmente elijo una comida que no enmascare el vino que para mí es el protagonista. Y hay chefs que sirven el vino que mejor acompañe a sus platos. Todo depende del interés que tenga el que va a disfrutar del vino», puntualizó.
Mijares comentó que recientemente había elaborado una ficha, tan sencilla como novedosa, para entender la relación entre vino y comida: «Sólo hay que tener en cuenta estos parámetros que son: el plato enmascara al vino, el vino enmascara al plato, el plato potencia al vino, se oponen o no pasa nada. Ahí está la clave para buscar la armonía».
La enóloga dice estar totalmente en contra con las normas que señalan, por ejemplo, que los pescados deben acompañarse con vinos blancos. «El vino blanco no me gusta así que por ejemplo un bacalao lo acompaño con un tinto y le va maravillosamente. O el queso picón ¿por qué debe de tomarse
con un tinto cuando un blanco suave reposaría la lengua y le iría mejor?».
Para ella la unión de vino y gastronomía debería realizarse con el único fin de buscar placer, y en ese empeño las reglas quedan de lado. «Sólo hay que pensar con qué tipo de vino, o mejor, con qué tipo de armonía voy a ser más feliz.
Y también tener en cuenta el momento del día, el lugar y la persona con la que se disfrutan el vino y la comida para potenciar sensaciones».

Tomado de : http://www.laopiniondezamora.es

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