lunes, 30 de junio de 2008

Así se vende el Grange 2003

100.000 BOTELLAS A 355 EUROS EN UN DÍA

El jueves 1 de mayo salió a la venta la última añada del vino más conocido de Australia, el Penfolds Grange, y los inversores y consumidores hicieron cola para pagar el elevado precio (550 dólares australianos, 355 euros) que se pide por él. Se esperaba que las botellas de Grange (entre 85.000 y 105.000 es la media anual; la bodega no ha informado de la producción de este año) habrían quedado despachadas al terminar el día, según anunció el productor. "Hoy venderemos todas nuestras existencias de la cosecha de 2003. No nos quedamos ninguna. Zas, hoy mismo se acaba", declaró a Reuters el jefe de producción de Penfolds, Peter Gago.

Cada año, el 1 de mayo, Penfolds pone a la venta una añada criada durante cinco años, y la gente se agolpa a las puertas de la bodega. A un precio entre 20 y 30 veces más alto del que se pagaría en este país entre un restaurante por una botella de rango medio (entre 20 y 50 dólares australianos), estos vinos de gama superior atraen a un amplio abanico de coleccionistas a pesar de la superabundancia de vino barato que presenta actualmente el país.

"Hay coleccionistas y coleccionistas", dice Gago. "En realidad, muchos coleccionistas son coleccionistas que consumen. Hay otra gente por ahí que especula y hace dinero con el producto".

La venta del jueves en la bodega atrajo a una multitud variopinta, desde médicos a abogados, pasando por hombres de negocios y jubilados, según precisó Gago. "Había electricistas que luego se iban a hacer su siguiente salida… eso es lo maravilloso del vino. Pasaron los días en que era un producto elitista".

El Grange se elabora principalmente a partir de uvas shiraz (syrah), con un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon. Penfolds, que hoy pertenece al grupo Foster, se fundó en 1844 y es una de las bodegas más antiguas de Australia. El primer Grange fue elaborado en 1951, y una botella de esa añada se vendió en 2004, en una subasta, por 52.000 dólares australianos.

El elemento de rareza y coleccionismo ha incrementado la popularidad del Grange, al que se considera un icono del patrimonio del sur de Australia. "Lo especial del Grange es su longevidad. Es uno de los pocos vinos australianos que originalmente se crearon con la idea de que envejecería suavemente en una bodega con vistas al largo plazo", explicó a Reuters Andrea Pritzkar, subastadora de vinos de calidad en la casa de subastas Langton's. "El Grange es un vino que depende directamente de cada añada".

Las botellas del Grange, una de las marcas más reconocidas de Australia, se suelen vender por unos 500 dólares australianos. "Hay un fuerte interés por él en Estados Unidos y Canadá, los mercados clave de Asia, Hong Kong, Singapur y también algún nuevo interés en China", detalló Pritzkar.

Nota escrita por: PAULINE ASKIN (REUTERS)

Tomada de: http://elmundovino.elmundo.es

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